El barrio de El Puche fue construido entre los años 1971 y 1982 por el desaparecido Instituto Nacional de la Vivienda. Surgió para dar alojamiento temporal a las familias que perdieron sus viviendas como consecuencia de las lluvias torrenciales caídas, en el año 1970, en la ciudad de Almería. Esta solución en principio provisional, acabó convirtiéndose en definitiva, pese a la baja calidad de las viviendas y la ubicación del barrio, situado en el extrarradio de Almería. Las familias que se instalaron en El Puche procedían, en su mayoría, de los barrios más humildes de la ciudad: Barrio Alto, Amatisteros, Cuevas de El Puche, Hoyo de las Tres Marías y Coheteros, Chamberí y Cuevas de San Joaquín, que fueron los que sufrieron los mayores daños causados por el temporal, contabilizándose 453 viviendas y cuevas derruidas, y siendo declaradas en ruina 2.118 casas y chabolas.
El Consejo de Ministros del general Franco, sin tener en cuenta las necesidades de la población, aprobó el 23 de febrero de 1970 la construcción de 1.100 viviendas para los afectados por el temporal en la finca Cortijo Puche tras el pago de 20 millones de pesetas por su compra. Las obras comenzaron en El Puche Centro en mayo de 1971. Se construyeron 496 viviendas de una sola planta con 55,28m2 útiles, agrupadas de cuatro en cuatro en torno a un porche. En lo que se denominó El Puche Norte se construyeron 500 viviendas, distribuidas en 32 bloques de cuatro plantas, con cuatro viviendas por planta. Las 427 viviendas de El Puche Sur se terminaron en el año 1980. Son de tipo dúplex y están orientadas, en forma de peine hacia el río Andarax.
Su situación en el extrarradio y su aislamiento de Almería potencian entre la población la conciencia de gueto respecto a la ciudad. El Puche, junto con Los Almendros, La Fuentecita y, en alguna medida aún, La Chanca forman un semicírculo que abraza la capital, constituyendo un cinturón periférico de pobreza y exclusión social. En total, El Puche tiene alrededor de 1.425 viviendas, en la actualidad un tercio de ellas presentan un buen estado de conservación y gran parte de las restantes se encuentran en un estado muy deficiente.
Al principio el barrio estaba ocupado por familias sencillas, gente trabajadora y corriente. La falta de adaptación y los problemas entre los distintos grupos familiares que convivían en el barrio provocaron un rápido deterioro de las viviendas y que El Puche se convirtiera en un barrio marginal y, en algunas ocasiones, bastante conflictivo. Muchas de las familias que se asentaron en el puche fueron cambiando de residencia siendo sustituidas, en un primer momento, por familias gitanas procedentes de otros barrios y, sobre todo, por familias gitanas y payas llegadas de otras provincias. Desde hace varios años se asiste en el barrio a la llegada de inmigrantes africanos, en especial de Marruecos. La existencia de varias culturas conlleva esfuerzos de convivencia entre los vecinos que a veces provocan el distanciamiento entre los distintos grupos culturales. Las personas de El Puche que trabajan se dedican a la construcción, al comercio-principalmente la venta ambulante-, al servicio doméstico y a los trabajos esporádicos en bares y restaurantes, al cuidado de niños, y a la agricultura. La característica común a todas estas actividades es la flexibilidad, pues no existe, en ningún caso, seguridad en el empleo y las personas están sujetas a una elevada movilidad laboral, en precarias condiciones sin empleos fijos ni estables.
En el año 2004 la entonces Consejería de obras públicas y transportes (Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio) de la Junta de Andalucía encomienda a la Empresa Pública de Suelo de Andalucía la redacción de un programa de actuación para el barrio que recoja propuestas para la integración urbana de El Puche en la ciudad y la rehabilitación integral del barrio. En ese mismo año, EPSA crea una Oficina de Gestión en el Puche desde la que se concretan las actuaciones a realizar en el barrio, actuaciones que vienen recogidas en un programa de actuación para el barrio que recoja propuestas para la integración urbana de El Puche en la ciudad y la rehabilitación integral del barrio. En ese mismo año, EPSA crea una Oficina de Gestión en El Puche desde la que se concretan las actuaciones a realizar en el barrio, actuaciones que vienen recogidas en un programa que recibe el nombre de "Programa de actuación para la rehabilitación integral de la barriada de El Puche". Puesto que el programa de actuación contempla, además de las medidas de materia de vivienda y urbanismo, otras necesarias para la recuperación del barrio desde el punto de vista socioeconómico, se trabaja a través de mesas de participación (empleo, vivienda, educación, etc.) donde están representados los vecinos y las distintas consejerías de la Junta de Andalucía, que ya se encontraban en el barrio desde mediados de la década de los 90, además de otras de reciente incorporación. La participación del Ayuntamiento de Almería es una pieza clave en el desarrollo de las actuaciones previstas en el barrio y la clave para su posterior mantenimiento.
Modalidad Actuaciones integradas
Uso
Dirección
El Puche
Almería
Almería
- EPSA- Empresa Pública de Suelo de Andalucía