ANTECEDENTES

La actuación promovida por este Instituto mediante la construcción de 8 viviendas unifamiliares bioclimáticas, garajes, trasteros y locales en el municipio de Tudelilla ha conseguido el objetivo de establecer nueva población en un pequeño núcleo rural de La Rioja, así como el de facilitar el acceso a la vivienda protegida con una arquitectura bioclimática que otorgue a la edificación de un identidad propia que repercuta en beneficio de sus propietarios, con una mayor calidad tanto a nivel técnico como en el diseño de los detalles del proyecto.

Las viviendas son de tres dormitorios, con local artesanal, garaje, trastero, terraza, porche de acceso y jardín privado, y se desarrollan en dos plantas, con el salón, cocina y aseo en planta baja y los dormitorios con el baño en planta primera.

En la fase de diseño de las mismas se han tenido en cuenta factores bioclimáticos como la forma y la orientación de las estancias, todas al sur, para el uso más eficiente de la energía solar. La captación solar pasiva se realiza a través de estancias orientadas al sur, protegidas con una pequeña visera para el período estival. El núcleo de la escalera permite la ventilación cruzada con el norte y a través de la cubierta.

Las estancias anejas como el garaje y el local artesanal realizan el efecto de espacios tapón, permitiendo un mejor aislamiento del espacio habitable.

La planta baja se encuentra treinta centímetros elevada sobre la rasante, dejando el garaje y el local artesanal con acceso a nivel exterior.

SOLUCIÓN ADOPTADA

Las necesidades de programa del mercado y los parámetros urbanísticos recogidos en la futura normativa municipal definen los límites de nuestra intervención.

Se realiza una línea de viviendas adosadas paralelas a la calle de nuevo trazado. La mitad del bloque se retranquea para facilitar el acceso a la última vivienda, obligados a ello por el parcelario. La propuesta, no obstante, se considera muy urbana al crearse una plazuela correspondiente a la urbanización privada.

En los dos bloques creados se distinguen las distintas unidades realizando los accesos individuales mediante un pequeño porche o zagúan.

Aprovechando la privilegiada orientación, la vivienda tipo se dibuja sobre una parcela sensiblemente cuadrada, de doce metros a fachada por catorce de fondo.

La vivienda, de dos alturas, se sitúa al norte con todos sus huecos orientados al sur, con el jardín al este donde se mantiene el olivar, y los anexos a la vivienda, de planta baja, al oeste junto a la calle. Así el volumen aparece escalonado de norte a sur, y de oeste a este, para facilitar el soleamiento de toda la vivienda.

El estar, junto con la cocina, y el jardín conforman un mismo espacio en planta baja. La escalera configura el eje vertical de comunicación.

Los dormitorios se abren al sur, con el principal aprovechando la terraza creada sobre los anexos a la vivienda, trastero, garaje y local artesanal, que configuran el frente a la calle de nuevo trazado.

Con la distribución de las plantas, se persigue un óptimo desarrollo del programa y rendimiento de la parcela para su adaptación a viviendas de protección oficial.

Las viviendas responden a un claro esquema jerárquico, con zona de día o pública en planta baja y zona de noche o privada en planta alta, aunque ambas zonas orientadas al sur. Ya desde la entrada se percibe una clara continuidad espacial, introduciendo la luz natural hasta el núcleo de la vivienda.

En las fachadas públicas, la solución escalonada de los volúmenes, permite diferenciar el zócalo de planta baja, del cuerpo destinado a vivienda en planta alta.

El zócalo, contiene el porche de acceso a la vivienda, así como las entradas a los locales complementarios de la vivienda, revestido todo él con aplacado de piedra artificial, y con sus carpintería de aluminio lacado.

Se crea una línea continua que conecta la edificación al terreno, donde se distinguen con claridad los porches, en sombra, de acceso a las viviendas.

La planta alta, que se ajusta a la alineación, proyecta una línea de sombra que ayuda todavía más a enmarcar el zócalo. El revoco proyectado distingue claramente el juego volumétrico proyectado entre las viviendas y sus locales complementarios.

Los alzados laterales se proyectan ciegos.

En las fachadas interiores se respeta la modulación vertical tradicional para los huecos, pero el aplacado de piedra artificial proyectado es el encargado de transmitir contemporaneidad.

Todos los huecos de la vivienda abren al sur y al jardín privado, dotando a la planta baja o zona de día de una ligera visera que los protege en la época estival de mayor soleamiento.

El cerramiento de la parcela y el cuerpo de los locales complementarios a la vivienda, garaje y local artesanal, conforman la imagen tan arraigada de patio tradicional.

El edificio se levanta sobre el terreno, y permite una ventilación cruzada norte-sur.

El material elegido para el revestimiento de los cerramientos se elige por su gran durabilidad y bajo mantenimiento.

La cubierta de la zona de vivienda se realiza a un agua, con teja cerámica plana, de forma que permita el mejor soleamiento del jardín vecino.

Los locales complementarios se cubren con una terraza transitable, que permite un control sobre la vivienda y la calle.

La fachada norte sirve de apoyo a un alero para la recogida de aguas de pluviales, que se aprovechan para el riego del jardín.

Por encima de la cubierta sólo aparece una chimenea, que engloba los aspiradores y ventilación de bajantes, rematadas de forma que armonicen con el conjunto.

Criterios conceptuales

La tipología de vivienda, sus materiales y fachadas se adaptan al lugar, buscando las mejores orientaciones y vistas, optimizando el aprovechamiento del solar, siendo respetuosos con el entorno e integrándose de forma armoniosa en él.

El objetivo ha sido ofrecer una vivienda tipológicamente tradicional, sobre todo en zonas rurales, pero que nunca defrauda. Utilizando la orientación, e integrando un siempre codiciado jardín con la configuración del patio, se aprovechan las ventajas que nos ofrece la naturaleza, con la forma del edificio para explotar al máximo la energía solar, aportando calor en invierno y frescor en verano.

La utilización complementaria del jardín como pequeño huerto permite incluso una vivienda autosuficiente.

El garaje y el local artesanal cumplen el efecto de espacios tapón aislando aún mejor la vivienda.

La planta baja se eleva sobre el terreno, aprovechando el efecto climático del suelo e impidiendo la entrada de agua.

Se saca el máximo rendimiento al solar, adaptándolo e integrándolo al entorno de forma armoniosa, sin estridencias y con escala. Se mantiene el mayor número de olivos preexistentes.

Han primado la racionalidad y funcionalidad, con espacios amplios, versátiles y diáfanos, dotados de libertad de recorridos, con orientación sur, y de fácil ventilación cruzada norte-sur.

La durabilidad, coste y mantenimiento se han tenido en cuenta en el proyecto, así como la necesidad de utilizar un lenguaje contemporáneo que a la vez reinterprete la arquitectura tradicional.

Criterios estéticos y compositivos

La definición de un bloque lineal de viviendas adosadas de dos alturas se adapta a la escala humana, reduciendo el impacto del mismo con una sección escalonada, dejando un cuerpo bajo con los locales complementarios a la vivienda, y retranqueando la planta baja para reforzar su conexión con el terreno.

La composición de las fachadas responde a su orientación. La innexistencia de huecos donde no son necesarios es premeditada, y la distribución interior de la vivienda pretende aprovechar la tipología de patio.

Se marca un ritmo con cubiertas a un agua para permitir un mejor soleamiento, y con el juego de planos revocados que descansan sobre el tradicional zócalo, enmarcando todos los accesos.

La línea de sombras de la fachada la horizontalidad y escala de la propuesta.

Una fachada permeable aparece en el jardín, con todos sus huecos abiertos al mismo, protegidos por una pequeña marquesina para el período estival los de la zona de día situada en planta baja.

La composición de huecos y macizos se ve complementada por la elección de unos materiales cuyas calidades, colores y texturas garantizan la estética y armonía del conjunto.

Criterios constructivos

La realización del edificio responde a métodos de construcción tradicionales, acompañados de una definición sencilla y clara del sistema estructural y de todas sus instalaciones. Los materiales son seleccionados por su calidad, economía, durabilidad y escaso mantenimiento, así como por su utilización tradicional.

Criterios bioclimáticos

Siendo el sol la principal fuente de energía que afecta al diseño bioclimático, es importante tener en cuenta la trayectoria que define a lo largo del año para el mejor diseño y aprovechamiento del mismo. De ahí que, en este caso con orientación privilegiada al sur, la forma y orientación del mismo aseguran el calor en invierno y frescor en verano.

El sol invernal, más bajo, se introduce por los huecos de fachada, protegiendo la fachada sur con una pequeña cornisa que permite controlar los rayos estivales más perpendiculares.

Unos muros compuestos de dos hojas, de termoarcilla la exterior y de ladrillo hueco doble la interior, con cámara de aire, aportan la capacidad calorífica e inercia térmica necesaria para conseguir el confort en la vivienda.

La cubierta se realiza con cámara de aire ventilada para una mejor aislamiento y comportamiento térmico.

El efecto climático del suelo se aprovecha elevando la planta baja sobre el terreno, para mejorar el aislamiento.

La elección de carpintería y acristalamiento garantiza la estanqueidad de la vivienda.