El proyecto en la calle Fernando Pessoa 53-57 formó parte de la regeneración de las antiguas Casernas de Sant Andreu, integrando viviendas protegidas, equipamientos y zonas verdes. Se construyó un edificio de planta baja más cuatro pisos, con una estructura modular en madera laminada y construcción en seco, lo que redujo tiempos y minimizó el impacto ambiental. Las 56 viviendas, todas con ventilación cruzada, contaban con grandes aberturas y persianas de madera para regular la incidencia solar.

El acceso se organizó mediante pasarelas que cruzaban tres patios interiores, favoreciendo la iluminación y la interacción vecinal. La cubierta se destinó a un espacio comunitario con tendederos y sistemas de energías renovables como aerotermia y paneles solares. Gracias a la digitalización y la industrialización del proceso constructivo, la obra se completó en 13 meses, consolidando un modelo sostenible y eficiente en la transformación del barrio.